El pasado fin de semana tuve la ocasión de asistir, acompañado de mi buen amigo César, al primer obradoiro de fototrampeo impartido por la Asociación Naturalista Baixo Miño (ANABAM). De la mano de Noé Ferreira Rodríguez, excelente divulgador, fuimos conociendo los detalles de este ambicioso proyecto que tiene como objetivo profundizar en el conocimiento de la fauna del Baixo Miño, prestando especial atención a los mamíferos carnívoros presentes en la comarca.
Un extenso territorio de 322,4 km2 dividido en casi 400 puntos de muestreo cubiertos por un equipo de 9 cámaras de fototrampeo. Estas son las mareantes cifras de un estudio pionero en Galicia. Estudio que se sostiene gracias al esfuerzo y entusiasmo de un grupo de personas que ha sido capaz de demostrar que con poco se puede hacer mucho.
Un proyecto joven (comenzó su andadura en la primavera de 2014) que ya empieza a arrojar los primeros resultados. Por ejemplo, la constatación de que es precisamente en las últimas manchas de bosque autóctono y bien conservado que nos quedan ―apenas el 12,5% del área total analizada― donde se refugia una mayor diversidad de especies.
En base a estos y otros datos se ha podido determinar cuales son los 'hot spot' (puntos calientes) de biodiversidad en cada uno de los cinco concellos que abarca la región. Valiosa información que puede constituir el soporte para futuros planes de conservación. De ahí la importancia de este trabajo y su continuidad a largo plazo.
De izq. a dcha., Noé Ferreira, Manuel Sobrino y César A. Blanco Arias |
Bajo un cielo encapotado que acabó descargando agua, nos contaba Noé las dificultades que han tenido que superar para sacar adelante el proyecto. La falta de medios, de tiempo y de ayuda podrían tirar por tierra dos años y medio de empeños e ilusiones. Y nunca mejor dicho lo de "empeñarse", pues todos los gastos generados son cubiertos por ANABAM y las aportaciones de sus socios.
Pero también hay motivos para alegrarse. Maravillados por la belleza de un raposo fotografiado cuatro días antes por uno de los dispositivos, comentamos alguna de las más de 25.000 imágenes obtenidas hasta la fecha. Jabalíes, ginetas, garduñas, tejones e incluso tres corzos han sido captados por las cámaras en algún momento.
¡Cuantas sorpresas nos deparará esta aventura, que no ha hecho nada más que empezar! Soñamos con la vuelta del lobo ibérico a estos montes, de los que fue arrancado a finales de los años 70.
Tres horas despues, César y yo nos despedimos de Noé, encantados con la experiencia y con ganas de repetir. Resuena el eco terrible de varios disparos en el valle. Cazadores... Nos vamos con la sensación de que todavía queda mucho por hacer...
¿Quieres colaborar? Hazte socio de ANABAM entrando en www.anabam.org. Más información sobre el proyecto de FOTOTRAMPEO BAIXO MIÑO en www.fototrampeobm.wordpress.com.
Fotografía de zorro observada durante la actividad. //ANABAM |
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