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"Faltaban poco más de 10 minutos para las seis de la tarde. Las condiciones eran perfectas para fotografiarla: día claro, marea alta... Además, sabía que volvería. La había visto minutos antes sobrevolando su cazadero favorito. Desde allí esperaría su regreso. De pronto, una silueta recortada en el horizonte. Era ella, el águila pescadora. Y venía hacia mi. A medida que se acercaba a mi posición, su figura se iba haciendo más y más grande. Hasta que por fin, debió considerar que era el momento de lanzar el ataque. Tras súbita sacudida de sus alas, ejecuta un vertiginoso picado que acaba en captura. Pero aquí, llega la fase más crítica de todo el proceso. La rapaz debe colocar al pez, que luchará por liberarse hasta el final, de tal manera que su posterior transporte resulte cómodo y sencillo. Completamente empapada, con medio cuerpo sumergido bajo el agua, la reina de la marisma trata de sujetar a su presa con firmeza. Esta circunstancia me permite ganar unos segundos vitales para preparar el "disparo". Los nervios se apoderan de mi. Mi pulso se acelera. No puedo fallar. Un potente aleteo, y el ave se eleva... ¡Ahora!"
15 Comentarios
Qué tensión tiene el relato!!!. Al final, el resultado es emocionante. Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias Angel! Bueno, el resultado podría haber sido mejor, pero precisamente lo interesante es todo el proceso para conseguir la foto :) Me alegro de que te guste!
EliminarQué tensión tiene el relato!!!. Al final, el resultado es emocionante. Enhorabuena!!
ResponderEliminarMadre mia! ! Es excitante! ! Gracias Manu por compartir estas experiencias tan magníficas
ResponderEliminarGracias Gely. Y eso seguiré haciendo mientras pueda! Un beso ;)
EliminarMagnífico trabajo para reflejar la grandiosidad de nuestra naturaleza. Enhorabuena!!
ResponderEliminarY que mejor representante de lo grandioso y lo salvaje que la reina de nuestras marismas. Muchas gracias!
EliminarPreciosas fotos Mahu. Onde foron feitas? Por curiosidade!
ResponderEliminarPreciosas fotos Mahu. Onde foron feitas? Por curiosidade!
ResponderEliminarGrazas Andre! No esteiro do Miño, na Guarda, por onde me movo con frecuencia... Aquí temos a fortuna de poder observar con certa falicidade a estas xoias dos nosos humidais ;)
EliminarGracias Daniel. Aunque la foto podría mejorar, el momento es de una belleza increíble!
ResponderEliminarTremenda captura! (por ambas partes). Me lo parece a mi o lleva una anilla?
ResponderEliminarCesar
Te lo parece bien... jeje. Buen ojo César. Dos de las pescadoras que tenemos por aquí están "fichadas". Y más aún, alguien consiguió leer las anillas en octubre del año pasado y se descubrió que fuera anilladas cerca de Berlín...
EliminarGracias de nuevo por seguirme y comentar ;)
Enhorabuena, por las fotazas y por lo vivido. Preciosa secuencia.
ResponderEliminarGracias Luis. Espero tener más oportunidades como esta. Un abrazo!
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