"La naturaleza es el motor que empuja mi silla de ruedas... ¡Rodando, que es gerundio!"

Completamos la primera parte del censo para el Atlas de Aves Nidificantes de Vitoria-Gasteiz

El torcecuello euroasiático observado durante el censo. 

Aprovechando las altas temperaturas de estos días en Euskadi, me animé a realizar mi cuadrícula correspondiente al Atlas de aves nidificantes de Vitoria-Gasteiz, un proyecto de ciencia ciudadana cuyo objetivo principal es conocer con exactitud la distribución de las aves nidificantes en el municipio, así como obtener estimas precisas de su abundancia.

Una buena oportunidad para familiarizarme con las aves de mi (nuevo) entorno y contribuir de alguna manera al conocimiento y conservación de las especies presentes en el municipio gasteiztarra. En este caso, mi área de muestreo (cuadrícula UTM 1x1km) coincide con la zona este de la ciudad, concretamente con un lugar tan reseñable desde el punto de vista ecológico y paisajístico como el cerro de Las Neveras, situado entre los parques periurbanos de Olarizu y Salburua.

La metodología a seguir es sencilla. Cada celda se censará durante una hora en dos periodos distintos (15 abril/15 mayo y 15 mayo/15 junio) siguiendo el protocolo establecido: un censo de carácter "cualitativo", en el cual se recorrerá  la cuadrícula libremente anotando todas las especies detectadas, y otro de carácter "cuantitativo", en el que además de anotar las especies observadas (u oídas) se obtendrán estimas de abundancia, registrando todos los individuos adultos, su sexo y la distancia a la que se encuentran. Se hará mediante transectos lineales de 500 m. previamente diseñados. Además para cada especie se anotará su comportamiento, asociado a un código, que nos permitirá conocer la certidumbre en la probabilidad de nidificación de cada una de ellas.

Escribano triguero, especie abundante en el cerro Las Neveras.

Con esta información estudiada e interiorizada solo me quedaba madrugar lo máximo posible, lanzarme al campo y llevar a cabo la primera parte del censo. Una actividad que puede suponer cierto sacrificio, pero que merece la pena. "Sarna con gusto no pica", como suele decirse... Estar en la naturaleza siempre se agradece, y más a las primeras horas de la mañana, cuando la actividad de las aves es máxima. 

A menudo la naturaleza premiará nuestro empeño con observaciones extraordinarias o poco habituales. Como me ocurrió a mi cuando pude escuchar entre los arbustos, a muy pocos metros, el grito monótono y aguileño de un torcecuello euroasiático. Canto que identifiqué en un primer momento con la voz del cernícalo vulgar, pero que rápidamente asigné a su verdadero autor. Un precioso ejemplar que se mantuvo a corta distancia a lo largo de todo el transecto que había decidido cubrir. ¡Sin duda alguna la sorpresa de la jornada!

Otras especies que me salieron al paso en el tramo que va desde la entrada al cerro Las Neveras hasta el pueblo de Arkaia fueron las siguientes: escribano triguero, alondra común, collalba gris, acentor común, jilguero o cogujada común, por citar algunos ejemplos. Cabe destacar la abundancia de las dos primeras, cuyas estrofas acompañaron mi recorrido de principio a fin. Especies oídas pero finalmente no incluidas en el censo por encontrarse fuera de los límites de mi celda fueron el cuco y la lavandera boyera.

Macho de gorrión chillón en Arkaia, con su característico "babero" amarillo.

El resto del tiempo lo dediqué a completar el censo cualitativo en Arkaia, donde la cosa estaba realmente animada. Aquí pude ver con claridad las especies que de alguna manera estaban en pleno proceso de reproducción. Algunas, como en el caso de gorriones chillones y estorninos negros, ocupadas en sus paradas nupciales; otras, como gorriones y cigüeñas comunes, transportando material para sus nidos... Vencejos, golondrinas, verdecillos y urracas animaban las calles del pueblo... Ciertamente, resultaba difícil centrarse en la tarea que tenía encomendada. 

En total, cerca de una treintena de especies que alegran los paseos de los vitorianos y vitorianas por el Anillo Verde de Vitoria-Gasteiz. No están todas las que son, pero sí son todas las que están. En cualquier caso, estos resultados constituyen una buena muestra de las aves que pueden avistarse un día cualquiera por la zona. Esperemos que durante la segunda parte del censo podamos disfrutar ya de los primeros vuelos de las nuevas generaciones...Os lo contaremos.

El Atlas de Aves Nidificantes de Vitoria-Gasteiz es un proyecto de colaboración entre la Sociedad de Ciencias Aranzadi y el Centro de Estudios Ambientales con una duración prevista de 3 años (2021-2023) en el que cualquier persona interesada puede participar activamente. En su web oficial (https://www.atlasvg.eus/) tenéis toda la información disponible. Desde El Naturalista Cojo animo a todo el mundo a sumarse a esta iniciativa. 

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2 Comentarios

  1. Animado por tu post me animé el pasado fin de semana a realizar el mismo recorrido. Sorprendido de la variedad y abundancia de especies en este corto recorrido en las puertas de la ciudad... eso si yo no dí con el tuercecuellos :( .
    Gracias!!

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    1. El Naturalista Cojo18 de mayo de 2022, 16:06

      Muchas gracias amigo!! Me alegra que lo hayas disfrutado. El cerro es un lugar ideal para disfrutar observando aves. Hay una variedad de especies notable, como dices. A ver que tal se da el censo de junio. Un abrazo 🤗

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